RECETA: Rghaif


Mitad de semana y toca receta de nuevo. Desde la primera vez que visité Marruecos me quedé prendada de sus desayunos. Me encantan las tortitas o crepes que preparan para el desayuno. Y como no podía ser menos tenía que probar a hacerlos en casa. Normalmente te ponen dos diferentes, el Baghrir (que hicimos hace unas semanas) y el que vamos a preparar hoy el Rghaif. No son desayunos fit, ni muy sanos pero están tan ricos que para un antojo o capricho merecen la pena. Yo nunca he preparado los dos a a vez, lleva bastante tiempo prepararlos. Podría morirme de hambre esperando a desayunar si tengo que preparar los dos. ¿Qué vamos a necesitar para preparar nuestro Rghaif?

Ingredientes para 2 personas:

  • 250g de harina
  • 100g de sémola fina (yo uso de la marca Gallo pero en el Mercadona también la hay).
  • 175ml de agua tibia.
  • 1/2 cucharadita de sal.
  • 1 cucharadita de mantequilla.
  • 100ml de aceite de girasol.

¿Cómo lo preparamos?

En un bol ponemos los 250g de harina y la mitad de la sémola (en este caso 50g), la sal y añadimos el agua poco a poco. La masa debe quedar elástica, así que la trabajaremos durante un rato unos 10 minutos. Si veis que se queda pegajosa añadir un poco más de harina. Dejamos reposar la masa unos 5-10 minutos.

En un bol ponemos el aceite y la mantequilla y lo mezclamos hasta que sea una mezcla uniforme. Una vez haya pasado el tiempo dividimos la masa en bolitas (unas 4) untadas con la mezcla de aceite  y mantequilla. Así la masa se ablanda para luego estirarlas. Las dejamos otros 5-10 minutos de reposo.

Cuando haya pasado el tiempo de nuevo, ponemos una bolita (yo la estiro encima de papel de horno) y la vamos estirando con las manos, nos ayudamos de un poco de aceite y mantequilla. Cuando tengamos la bolita totalmente estirada espolvoreamos la sémola que nos ha sobrado y empezamos a doblar la masa, primero un lateral y luego el otro. Lo doblamos como si estuviera divido en tres partes y que al final se hagan tres capas. Entre medias vamos untando con la mezcla de mantequilla y aceite y espolvoreando sémola. Una vez tengamos un rectángulo, volvemos a hacer lo mismo hasta conseguir un cuadrado o rectángulo (depende de lo grande que la hayáis echo). Una vez doblada del todo la aplastamos con las manos y la estiramos un poco. Tiene que quedar bastante plana para que se haga más rápido.

Después en una sartén antiaderente las ponemos y las dejamos hacerse hasta que se consiga un tono dorado. Y están listas para servir. Podéis acompañarlas de chocolate, mermeladas, miel con almendras… ¡a vuestro gusto!

¡Feliz miércoles!

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